¿Qué gases nocivos salen de las fosas sépticas y alcantarillas? ¿Cómo afectan a nuestra salud?

 
Muchos de nuestros servicios de desatascos los realizamos en vaciado y limpieza de fosas sépticas en la provincia de Castellón. La instalación de fosas sépticas se suelen dar más en zonas rurales o urbanizaciones, sobre todo de montaña, donde el servicio de alcantarillado es totalmente inexistente o algo deficiente. También hay ocasiones, sobre todo en viviendas unifamiliares con jardín, en los que la elección de disponer de fosa o no es personal.
Pero, hay ocasiones que nos preguntamos qué puede pasar si la instalación de una fosa séptica no es totalmente correcta. En especial vamos a hablar hoy de los gases tóxicos que emanan de una fosa o pozo, que son muy perjudiciales y, que en el caso de tener que realizar su limpieza o vaciado, es imprescindible contactar con profesionales para evitar respirar estos gases tan nocivos.
La fosa séptica de nuestros hogares que carecen de alcantarillado se utiliza para el tratamiento primario de las aguas residuales domésticas, en la cual se realiza la separación y transformación físico-química de la materia orgánica de las aguas sucias. Pero, este tratamiento no es tan completo como sería en una depuradora. Por tanto, es recomendable que cada cierto tiempo, unos dos años, se vacíe y limpie completamente, llevando las aguas residuales a la planta de tratamiento depuradora de la zona mediante un camión cuba.
Estos restos biológicos, al estar enterrados no deberían producir riesgo de contagio  de bacterias y virus por aire, a menos que con el tiempo se produzcan grietas o filtraciones que contaminarían el terreno y el entorno natural cercano.
No debemos confundir la fosa séptica con lo que antiguamente se utilizaba, el pozo negro, que era un sistema de recogida de aguas residuales, más imperfecto y que actualmente está totalmente prohibido en algunos países, porque el tratamiento de los residuos es totalmente deficiente.
 
¿Qué gases nocivos salen de una fosa séptica o de una alcantarilla?
Desde sulfuro de hidrógeno y amoníaco, hasta niveles de metano, dióxido de carbono (CO2), óxido nitroso y dióxido de azufre.
SULFURO DE HIDRÓGENO (Ácido sulfhídrico H2S)
Este gas, en bajas concentraciones, puede causar irritación de los ojos, dolor de garganta y tos, falta de aire y líquido en los pulmones. Pero cuidado porque a largo plazo, puede causar fatiga, pérdida del apetito, dolores de cabeza, irritabilidad, mala memoria o mareos. El sulfuro de hidrógeno puede ser fatal a niveles altos de exposición, lo podemos rápidamente detectar porque es el típico olor a huevos podridos. Lo podemos encontrar en el interior de cámaras subterráneas, alcantarillas o lugares de procesamiento de pescado.
METANO (CH4)
No es del todo tóxico, pero lo que ocurre es que a altas exposiciones, sobretodo en espacios cerrados sin ventilación, reduce la cantidad de oxígeno en el aire y provoca dolores de cabeza, mareos, náuseas y hasta pérdida de conocimiento. Por tanto, puede llegar a producir la muerte sin previo aviso.
 
Tanto el metano como el sulfuro de hidrógeno son altamente inflamables, cualquier pequeña chispa puede producir un incendio o explosión. Fijaros en lo que ocurrió en este vídeo por la acumulación de gases en una alcantarilla, explotó.
 
AMONIACO (NH3)
En elevadas concentraciones produce irritaciones de garganta, inflamación de los pulmones, irritación ocular y daños en las vías respiratorias.
 
MONÓXIDO DE CARBONO (CO)
Este gas es un subproducto del gas metano. El máximo peligro del monóxido de carbono es que al ser inodoro, insípido, y no irritante, no lo detectamos y en altas dosis llega a ser mortal. Si sobrevives te puede dejar graves secuelas neurológicas.
Los primeros síntomas son desde migraña, la depresión, la gripe o fatiga crónica cuando se exponen a niveles bajos diariamente. Más continuo puede experimentar confusión, convulsiones y pérdida del conocimiento, incluso llegar a tener alucinaciones. Instalar un detector de monóxido de carbono podría salvar su vida.
DIÓXIDO DE AZUFRE (SO2)
Este gas afecta a las mucosidades y los pulmones provocando ataques de tos. En altas concentraciones por cortos períodos de tiempo puede irritar el tracto respiratorio, causar bronquitis y congestionar los conductos bronquiales de los asmáticos.
 
¿Qué hacer en caso de fuga?
Si observaras alguna grieta en el desagüe, una fuga, grietas en los cimientos u otros problemas podrían ser la causa de un olor a gas. Una fuga de gas en la fosa o en el alcantarillado podría indicar que las tuberías en el campo de drenaje séptico han sido dañados, o bien, que la fosa séptica es demasiado llena. Muy importante mantener a las personas (sobre todo niños) y animales alejados de la zona, del jardín o césped hasta que se determine su causa y se repare.
 
¿Pueden colarse en nuestra casa?
Los gases tóxicos que emanan de la fosa séptica pueden llegar a escapar por la abertura situada en la planta baja.
Pero también puede ocurrir este tipo de casos en la ciudad pues los gases de las alcantarillas también son una mezcla de gases tóxicos y no tóxicos. Estos incluyen sulfuro de hidrógeno, amoniaco, entre otros y pueden entrar a nuestra casa a través de los desagües, goteras o roturas en las tuberías o rejillas de ventilación del alcantarillado obstruidas en el techo.
De hecho, pasar por encima de una alcantarilla no es del todo bueno, ya que estás respirando todos los gases que se emanan.
La exposición a los gases de las alcantarillas es altamente peligrosa.
Se recomienda instalar las estaciones de bombeo de aguas residuales lo más alejadas posibles de los núcleos de población para evitar la respiración de estos gases.
 
Consejos 
Instalar un sello de agua te permitirá que los gases de la alcantarilla entren en tu casa. Añade agua regularmente a las tuberías que no utilizas con frecuencia para evitar la evaporación de ésta en la trampa del sello de agua.
No tires grasa por el desagüe para evitar que entre en el sistema de alcantarillado. Con el tiempo la grasa se ​​solidifica en tus tuberías y en el sistema de alcantarillado, y con el tiempo puede obstruir el flujo del agua y causar que las aguas residuales se acumulen en tu casa.
No tengas la costumbre de verter productos químicos como anticongelantes, insecticidas, pesticidas o productos de limpieza, disolventes de pintura, fertilizantes o combustibles por el desagüe. Éstos entran en el sistema de alcantarillado y acaban en la planta de tratamiento de agua, haciendo que sea difícil purificarla.
Muy importante llamar a profesionales del desatasco o poceros para vaciar, limpiar o entrar en una fosa séptica, porque es imprescindible utilizar máscaras para no respirar estos gases, que pueden ser mortales.
 
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Sara M. / Redacción
Desatascos Cubacas

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