En Desatascos Castellón Cubacas siempre os hablamos de lo que más nos solemos encontrar en nuestros trabajos de desatascos, extracciones y vaciados, las famosas toallitas higiénicas, pero hay otras cosas que también deberíamos evitar: compresas, pañales, preservativos, colillas de cigarros, bastoncillos, monedas o productos de limpieza agresivos con nuestras tuberías.
A veces hay que volver a recordar que nuestros inodoros no son “papeleras”, no podemos dedicarnos a tirar por el retrete todo lo que se nos antoje. Hay muy mala costumbre de arrojar por nuestros desagües demasiadas cosas que creemos que el váter se traga y no pasa nada, pues no, si pasa. Debemos hacer lo posible para prevenir este tipo de atascos, facilitar el trabajo de las depuradoras, y contaminar lo mínimo nuestros ríos.
Pero, ¿qué pasa con el papel higiénico? Lo más habitual es tirarlo por el inodoro, pues consideramos que se deshace y no provoca daños. Pero, qué pasa si tenemos una fosa séptica, ¿podría dañarla o atascarla?
Hoy repasamos un poco de historia del papel higiénico.
Los primeros en crear el papel para el aseo fueron los chinos, pero mucho antes ya se llegaban a utilizar hojas de coco o maíz, trapos, pieles, césped, arcilla, piedras, musgo y hasta conchas marinas. Posteriormente se apreciaban diferencias entre las clases sociales, por ejemplo, los romanos utilizaban lana empapada de agua de rosas, algo así como una esponja amarrada a un palo. Los franceses, encaje y sedas, y otras ricas clases sociales utilizaban la hoja de cáñamo.
El primer papel que se comercializó, en 1857, era puro lujo, consistía en una especie de láminas de papel humedecidas en aloe. Pero no es hasta 1935 que el papel comenzó a ser lo que hoy conocemos, algo suave y libre de impurezas.
Todos sabemos las facilidades que nos ofrece el papel higiénico, tan absorbente, y se suele tirar al váter porque generalmente la red de alcantarillado o fosas sépticas lo aceptan junto a los residuos humanos.
En algunos casos, en hogares con problemas de fosas sépticas, nos encontramos en cada vaciado que a causa de la saturación de éstas, deben optar por colocar una papelera junto al váter, y tirar allí todo lo que sea papel. Y es que aunque el papel no suele hacer daño a la fosa séptica mientras ésta funcione correctamente, el problema no acaba ahí, pues se considera que depositar este papel con restos fecales a la basura también un foco de infección.
Lo correcto sería utilizar papel biodegradable o reciclado para favorecer el sistema útil de tu tanque séptico y ahorrar en su mantenimiento. Lo cierto es actualmente las aguas negras suponen un gran gasto energético para su depuración.
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Sara M. / Redacción
Desatascos Cubacas